viernes, 9 de septiembre de 2016


Las lociones limpiadoras son perfectas para mantener una piel limpia y fresca, logrando que la piel libere toxinas y se conserve hidratada y humectada. Sin embargo, éstas no solo tienen el efecto de eliminar polvo y bacterias, sino que también rastros de maquillaje, ¿cómo se logra éste doble efecto?, ¿a qué se debe?.

Estas lociones limpiadoras, comúnmente llamadas desmaquillantes, actúan mezclando las partículas por sus activos detergentes, disolviendo la suciedad con los aceites que lo componen o eliminando por arrastre las sustancias acumuladas en la piel1, entre ellas los restos de maquillaje. Su principal ventaja es eliminar las sustancias afines tanto a grasas como agua, esto gracias a que están formadas por una fase acuosa y otra oleosa, más el tensiactivo. Conociéndose así dos tipos de emulsiones:

·    Fase externa Acuosa (Emulsiones O/A), las más comunes, la fase oleosa es pequeña (no más del 30%) formada de ácido esteárico, aceites vegetales y minerales. La fase acuosa está formada por trietanolamina y humectantes2. Fácil de eliminar.
·         Fase externa Oleosa (Emulsiones A/O), compuesto por grasas de origen vegetal, animal y sintético. La fase externa actúa disolviendo la grasa cutánea mientras que la interna, compuesta por agua, se evapora produciendo una sensación de frescura, uno de sus inconvenientes es que es difícil de eliminar  de la piel.
·         Emulgente (Tensioactivos), pueden ser aniónicos como el Lauril sulfato sódico y no aniónicos, que son estearatos de diversos tipos como emulgin B1 y B21, que actúan como detergentes, en el caso de Emulsiones O/A el emulgente se forma al mezclarse el ácido esteárico con la trietanolamina2

De acuerdo a la naturaleza del Desmaquillante y tipo de piel se debe elegir la adecuada, para lograr una piel limpia y tersa. ¡Síguenos en Facebook y Twitter, en nuestro próximo artículo hablaremos sobre la elección según estos factores!


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1.   Rivas, E. (2009, mayo). El proceso de higiene facial. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 2, pp.1-18.
2.   Villanueva, A.  (2008, noviembre). Higiene facial y corporal. Dermofarmacia, OFFARM, 27, pp.82-86.