martes, 13 de septiembre de 2016

El sebo es una mezcla de lípidos producida por las glándulas sebáceas que se encuentran en la dermis. Sale a la superficie de la piel a través de los poros. Su principal función es como barrera natural de la piel, así como para lubricar la piel y propiciar la hidratación/humectación. En pequeña proporción también influye en el pH de la piel.

De acuerdo a la cantidad de sebo producida por una persona, la piel se clasifica en los siguientes tipos1:

·         Piel normal. Tiene aspecto sano y sin poros abiertos.
·         Piel seca. Su apariencia es opaca; se irrita con facilidad y envejece fácilmente.
·         Piel grasa. Es brillante, más gruesa y presenta puntos negros, barros, espinillas y poros abiertos. 
·         Piel mixta. Produce mayor cantidad de sebo en frente, nariz y mentón; las mejillas pueden ser secas o normales.


En algunos rostros se puede apreciar una capa grasa, dando la impresión de tener la piel brillosa, principalmente en zonas como la nariz y la frente (Zona T). Esto se debe a una producción más desarrollada de sebo, lo que se conoce como piel grasa.

Los principales factores que provocan un desarrollo anormal de sebo en la piel son: la mala alimentación, el estrés y ansiedad, poca limpieza del rostro, así como trastornos hormonales. Las hormonas generan una mayor producción de grasa, es por eso que la piel grasa se presenta principalmente en jóvenes que atraviesan la pubertad y en mujeres embarazadas o que consumen anticonceptivos con frecuencia.

Para reducir la apariencia de piel brillosa es necesaria una limpieza exhaustiva, ya que la sobreproducción de sebo puede ocluir los poros del rostro generando enfermedades como el acné, además de aparentar una piel sucia.

Se cree que los Demodex (especie de ácaros que habitan nuestra piel) se alimentan del sebo de nuestra piel y se reproducen en los folículos pilosos, bloqueando el flujo de sebo y promoviendo el sobre crecimiento de bacterias, que podría producir lesiones cutáneas generando así una piel seca.

Lavarse la cara al menos 2 veces al día y el uso de jabón neutro es lo más conveniente para mantener una piel limpia y sana, el uso de otros productos debe ser indicado por un dermatólogo al igual que el uso de utensilios para la exfoliación, pues estos factores podrían contribuir a exacerbar el problema.

La limpieza del rostro es más efectiva si exponemos nuestra piel al vapor, pues éste ayuda a dilatar los poros facilitando la salida de espinillas y puntos negros, purificando e hidratando nuestra piel. Además, estimula la circulación sanguínea y despeja las vías nasales.

El rostro es una parte importante para toda persona, es por eso que siempre se debe procurar su cuidado y mantenerlo limpio.

Referencia
1.   SyM. (22 de marzo 2016). Grasa facial. 11/04/2016, de Salud y Medicinas Sitio web: http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/acne/temas-relacionados/grasa-facial.html